Colegio Mexicano de Ortopedia y Traumatología

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sábado, 13 de octubre de 2012

Los PRGF estimulan la reparación autóloga de la lesión

http://www.diariomedico.com/2012/09/18/area-profesional/entorno/prgf-estimulan-reparacion-autologa-lesion

UNA EVOLUCIÓN MÁS RÁPIDA DEL TEJIDO DAÑADO


Dar a conocer los protocolos y las indicaciones para tratar lesiones con plasma rico en factores de crecimiento (PRGF) en Ortopedia y Medicina del Deporte es el objetivo de Mikel Sánchez y Eduardo Anitua, creadores de esta terapia autóloga, a la que califican de segura y eficaz.
Isabel Gallardo Ponce   |  18/09/2012 00:00
El uso de plasma rico en factores de crecimiento en atletas de élite no deja indiferente a nadie. Unos se decantan por su uso, otros los demonizan y otros, como Eduardo Anitua, fundador y director Científico de BTI Biotechnology Institute, y Mikel Sánchez, traumatólogo y director de la Unidad de Cirugía Artroscópica de la Clínica USP Vitoria, pioneros en su utilización e investigación, han escrito un libro para recoger toda la información y la evidencia científica disponible sobre esta técnica. El manual, Un nuevo enfoque biológico de la cirugía ortopédica y medicina del deporte, presentado en la sede del Comité Olímpico Español, analiza la aplicación del plasma rico en factores de crecimiento (PRGF), sus bases biológicas, dónde radica su eficacia, y la técnica para aplicar esta terapia biológica en Medicina del Deporte y en Ortopedia.
  • Se trata de poner el mejor caldo de cultivo para que las células, con sus propias proteínas, a una dosis determinada, se reparen
Según Sánchez, "esta técnica se ha divulgado mucho y se ha aplicado de forma un poco desordenada y con protocolos variados y variables, sin saber cuál era el mejor y con productos muy diversos". De ahí la importancia de contar con un protocolo que aporte las bases biológicas, los procedimientos y las dosis para obtener la máxima eficacia de una técnica que se muestra como segura y sin contraindicaciones.
"En ortopedia se creía que había que coser o fijar. Queremos dejar claro que además es importante mejorar el entorno biológico del tejido. Se trata de poner el mejor caldo de cultivo para que las células, con sus propias proteínas, a una dosis, a una cantidad y con una periodicidad adecuada, se reparen", ha explicado a DM Anitua. La primera publicación relativa al uso de PRGF en una rotura de cartílago de rodilla en un niño fue realizada por el equipo de Sánchez y Anitua.
  • Puesto que la respuesta biológica de los distintos tejidos no es la misma, es necesario contar con protocolos que pauten la aplicación
Los resultados se publicaron en 2003 en Medicine and Science in Sports and Exercises. Según Anitua, "fue la primera vez que se desarrolló una terapia biológica autóloga y se aplicó de forma terapéutica en una lesión del aparato locomotor".
Procedimiento
Los PRFG se obtienen tras la extracción del paciente de un pequeño volumen de sangre. Ésta sangre se centrifuga y se separa en glóbulos rojos, blancos y plasma. Con el contenido de plaquetas se realiza la preparación. "La filosofía general de la técnica es colocar el plasma en la lesión, de forma que produzca un efecto quimiotáctico en las células para que inicien la reparación, a la vez que se estimulan selectivamente las células sanas que existen alrededor del tejido atendiendo a sus características y necesidades". Así se consigue que el tejido sane de forma más rápida y con menor riesgo de recaída.
Según Sánchez, la respuesta biológica es distinta en cada tejido, lo que implica que, por ejemplo, la respuesta muscular no es igual que la del tendón porque el ciclo biológico de cada tejido es diferente. En función de ello varía cómo debe aplicarse la preparación, cuántas veces y de qué forma. "Puede que una lesión en agudo sólo necesite una aplicación, y una crónica, varias", ha apuntado Anitua. Por lo tanto, se debe realizar un diagnóstico preciso y estudiar el origen del daño para aplicar el protocolo. "Lo importante es la dosis y el número de veces. Pero con una conclusión: no siempre más es mejor".
AplicaciónEl PRGF puede presentarse en forma líquida, coagulada o con membranas. Su aplicación puede realizarse localmente en la piel, con infiltración en rodilla, músculo o tendón. "En el caso de cirugía abierta se puede aplicar directamente en la lesión. Por ejemplo, en un tendón se administra en una parte de forma líquida para que coagule en el interior, y en otra se coloca una membrana que recubra la lesión y la zona reparada", ha dicho Sánchez.
En el caso de una cavidad o una fractura ósea se puede rellenar localmente y mezclar con injerto de hueso, con biomateriales... "Es aplicar un medio de cultivo del propio paciente en su lesión", ha apuntado Anitua.
Aunque la respuesta es individual, ambos han resaltado que los resultados suelen ser significativos, especialmente en atletas de élite. Además, permiten utilizar técnicas menos invasivas y en ocasiones evitan cirugías.
"Es una etapa nueva. Hasta ahora hemos sido muy mecánicos en el mundo de la ortopedia. Ahora tenemos que ser más biológicos para ayudar a las células a que nuestras cirugías vayan mejor. Pero no nos cambia ni las indicaciones ni la forma de operar", ha apuntado Sánchez.

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