Colegio Mexicano de Ortopedia y Traumatología

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martes, 27 de noviembre de 2012

Artigo: Reabilitação de limitações decorrentes de luxação da articulação interfalangeana proximal


Artículo: Rehabilitación de limitaciones debido a la dislocación de la articulación PIP
Publicado: 20 de noviembre 2012 08:52 AM PST
Una. Introducción
    La función manual está representado en gran parte por la capacidad humana para utilizar sus movimientos apretar los dedos, levantar y manipular objetos entre el pulgar y la pulpa de los cuatro dedos más (Ranganathan et al., 2001). La mano es, según Schröder (2007), nuestro mejor agarre e insustituible herramienta y permite intervenir en el medio ambiente según el deseo específico.
    Boscheinen-Morrin et al. (2002) afirman que las articulaciones de los dedos extensiones consisten de huesos de dos cubiertas de cartílago unidas por una cápsula de la articulación que se ve reforzada por ambos lados por ligamento colateral y la superficie palmar de la placa palmar (aponeurosis palmar). Las articulaciones interfalángicas, como Prentice y Voight (2003) son bicondilar bisagra que permite la flexión y la extensión. Estos movimientos se producen en torno a un eje de manipulación radio-cubital (Schroeder, 2007). Los ligamentos colaterales accesorios y estabilizar la articulación en la región lateral. El primero es apretado en extensión y en flexión suelto (Prentice y Voight, 2003).
    La luxación aguda más común es la interfalángica proximal (PIP) (Cailliet, 2004). Las luxaciones de los dedos largos se clasifican de acuerdo con el sentido de dislocación y pueden ser: dorsal, lateral palmar y Schröder (2007). De los tres tipos de dislocación, la más común es la luxación dorsal (ANDREWS, Harrelson y Wilk, 2000). Prentice y Voight (2003) afirman que los trastornos dorsales son mucho más frecuentes en los deportes (en comparación con el palmar). El tipo dorsal, según Andrews, Harrelson y Wilk (2000) y Schröder (2007), implica la dislocación de la falange media en dirección dorsal, dando como resultado la laceración de la cuchilla palmar distal que termina separando de su inserción en la falange media, de modo que Luxa el miembro central de la cara dorsal. El mecanismo de la lesión por Schröder (2007) y Cailliet (2004), se debe a la acción de una fuerza axial, conectado a una hiperextensión.
    El Prentice autores y Voight (2003) y Andrews, Harrelson y Wilk (2000) coinciden en que las dislocaciones de la IFP son muy frecuentes, hasta el punto de ser abandonado fractura y el tratamiento inadecuado y la recuperación. El atleta no puede llamar la atención del entrenador de la lesión, y, sí, sólo tire de la parte posterior dedo en su lugar, solo. Schroeder (2007) afirma que con el tiempo los pacientes espontáneamente reponer la articulación en el lugar del accidente por medio de un tirón en la dirección longitudinal. Si la articulación está dislocada IFP dedo hacia la reducción dorsal, inmediata (por lo general por el médico) es el preferido. Radiografías asegurar que no hay fractura (Prentice y Voight, 2003).
    Los síntomas descritos por Schröder (2007) son típicas de posiciones incorrectas de las articulaciones, hinchazón y dolor. Boscheinen-Morrin et al. (2002) informan que las complicaciones posibles son dolor, hinchazón, rigidez, contracturas en flexión y la inestabilidad. Las articulaciones interfalángicas fácilmente presentes en resistencia a la flexión debido a la fibrosis de la placa palmar. Cailliet (2004) establece que la rigidez residual hinchazón, articulación y el mecanismo de agarre flexor debe ser evitado. Tratamiento de terapia física es, pues, esencial en la fase de rehabilitación y aspira, según Boscheinen-Morrin et al. (2002) a reducir el dolor y la inflamación, recuperar el rango de movimiento (ROM) y prevenir contracturas en flexión. Como Schröder (2007), puede comenzar después de dos o tres días con ejercicios de movimiento. Teniendo en cuenta la información anterior, el objetivo principal de este estudio fue describir el tratamiento de rehabilitación de la dislocación del dedo interfalángica proximal.
2 º. Reporte de un caso
    Sujeto masculino, 32 años, diagnosticada por el médico dislocación del dedo interfalángica proximal. La queja principal del paciente consistió en dolor y limitación del movimiento. Reportado antecedentes de lesión durante el partido de fútbol, ​​en la posición de portero. Fue llevado a la sala de emergencias, donde realizó examen radiográfico con la definición de diagnóstico de luxación dorsal del dedo IFP cuarta parte del brazo derecho (MSD) y fue inmovilizada con yeso, quedándose con los mismos tres semanas. A continuación, utiliza una férula durante diez días, y luego enviados a la fisioterapia. Tras la evaluación, el paciente se quejó de la limitación de movimiento, refiriéndose mejoría del dolor, no hay dolor. En la inspección inicial y la palpación reveló la presencia de edema residual y la flexión en reposo. Las movilidades pasivos y activos se han cambiado en comparación con el lado contralateral. Durante la goniometría de flexión de la articulación PIP había un 25o de reposo, los resultados de goniometría de flexión y extensión de la articulación PIP de la MSD cuarto dedo se muestran en la Tabla 1 y se comparan con los valores dados por Marques (2003).
Tabla 1. Goniometría de flexión y extensión de la 4 interfalángica proximal. dedo de la mano derecha y puntos de referencia antes de la terapia física.
La amplitud de movimiento
Derecho
Valores de referencia
Flexión del cuarto dedo del MSD IFP
25o a 66o
0 - 110a
IFP extensión del cuarto dedo MSD
25ta-25ta
0 - 10
    Durante la evaluación, la prueba distintos movimientos de prensión: sostener con los dedos, sujete con las yemas de los dedos, sujetando la parte de los dedos, sostiene pluridigitais, sostiene la palma de la mano y cuenta con gravedad-dependiente. El paciente era capaz de realizar todos los movimientos, sin embargo, el mantenimiento sostiene el dedo con una resistencia manual no era posible. Además, según lo informado por el paciente siente dificultad en sostener jabón, inclinando abrir el cuarto de baño y la copa de retención.
    Los objetivos de la terapia física fueron: incrementar el rango de movimiento de flexión y extensión del cuarto dedo de la MSD IFP, reducir la inflamación residual, prevenir las deformidades y mejorar la funcionalidad de los movimientos actividades de la vida diaria relacionadas con restricciones. Para ello, presentamos el plan de tratamiento siguientes: ejercicios de movilización activa de hidromasaje climatizada, masaje terapia manual con superficie de deslizamiento transversal, estiramiento activo de los flexores y extensores de las muñecas y los dedos, la movilización con la técnica de Mulligan activo-asistida; estiramiento tendón flexor, la movilización activa de la IFP con el uso de pelotas, toallas y plastilina para aumentar la flexión y extensión de la IFP, el fortalecimiento de los músculos flexores y extensores de los dedos con banda elástica de resistencia y kgf Digiflex 4.2.
    Como resultado, se obtuvieron los siguientes beneficios: reducir la hinchazón residual (por inspección y palpación), el aumento de ADM dedo IFP cuarto de la flexión, como la flexión. El goniómetro de la IFP dedo cuarto en comparación con los datos correspondientes a los ángulos de ADM conjuntos de flexión y extensión se muestran en la Tabla 2. Durante las pruebas de la tecnología digital hold - sostener con los dedos, sujete con las yemas de los dedos, sujetando la parte de los dedos, sostiene pluridigitais con resistencia manual - fue consistente con los resultados observados en la extremidad contralateral. En el paciente informó de la percepción subjetiva de mejora del movimiento durante las actividades de la vida diaria.
Tabla 2. Goniometría de flexión y extensión de la 4 interfalángica proximal. dedo de la mano derecha y puntos de referencia después de la terapia física.
La amplitud de movimiento
Derecho
Valores de referencia
Flexión del cuarto dedo del MSD IFP
0 ª a 94a
0 - 110a
IFP extensión del cuarto dedo MSD
0 ª al 8
0 - 10
3 º. Discusión
    En el caso de la dislocación de la IFP, la preocupación inicial, según Prentice y Voight (2003), es la exclusión de fractura y la posición de la articulación lesionada. Andrews, Harrelson y Wilk (2000) describe que las dislocaciones se reducen a menudo a la escena por el entrenador, preparador físico, médico / atleta. Boscheinen-Morrin et al. (2002) informan de que la alineación de las articulaciones se debe comprobar radiográficamente después de la reducción. En este caso, la reducción se llevó a cabo en el hospital, especialmente ya que el paciente no fue atleta de élite. Por lo tanto, la fractura y lesión de tejidos blandos fueron excluidos por el examen radiográfico.
    El tratamiento inicial, como Cailliet (2004), después de la reducción requiere atención al edema y la eliminación de la inmovilización de la 25a a 45a IFP en flexión. El grado exacto depende de la estabilidad articular. Andrews, Harrelson y Wilk (2000) describen la inmovilización en el surco dorsal para bloquear la extensión de articulación PIP el 25 al 30 de flexión durante 2-3 semanas-Para Boscheinen Morrin et al. (2002), los motivos de la detención son el edema considerable que puede ser agravada por el uso de la férula en el dedo y la extensión de la IFP es mucho más controlado, con las articulaciones metacarpofalángicas en flexión mantenidas. Prentice y Voight (2003) informó de la aplicación de Coban con el fin de reducir el edema y también la aplicación de férula de protección o un vendaje.
    Después de los primeros períodos de inmovilización, se inician ejercicios activos protegidos de ADM, para proteger la hoja y la hiperextensión volar (ANDREWS, HARRELSON y Wilk, 2000). Cailliet (2004) sostiene que cuando el dolor y la hinchazón disminuye (entre 7 y 10 días), el movimiento debe iniciarse para evitar la adherencia de los mecanismos flexores, especialmente la placa volar. Después de la fase de protección, el deportista se le instruye para progresar hacia ejercicios de plenos y activos ADM. Boscheinen-Morrin et al. (2002) afirman que, a partir de la cuarta semana, la rigidez residual se puede tratar por la movilización pasiva articular y ejercicios de resistencia se comenzó sólo en las semanas octava y décima después de la lesión. A medida que la paciente comenzó el tratamiento 12 semanas después de la lesión, fue capaz de ejercicios compatibles con la etapa final de la rehabilitación.
    El dolor, que cuando está presente puede incrementar y fomentar la contractura de flexión (Cailliet, 2004) ya había sido superado en período antes del tratamiento. Por lo tanto, avanzaba con: técnicas para disminuir el edema residual, mayor movimiento IFP ADM en flexión y extensión, y de estiramiento y fortalecimiento. A continuación se presentan los datos de la literatura relacionada con el tratamiento que se utiliza para la luxación de IFP en este estudio.
    La sesión comenzó con movimientos activos de MSD inmersos en la piscina de hidromasaje climatizada. Según Starkey (2001) esta característica favorece la circulación aumentó y el efecto analgésico y sedante para los nervios sensoriales por la turbulencia en la corriente de agua. Está indicado en casos de disminución de ADM. El mismo autor reporta que la presencia de agua crea un buen ambiente para apoyar ejercicios activos armas de destrucción masiva. La temperatura utilizada en el vórtice se clasifica como Schröder (2007) en calor neutral, la promoción de la relajación muscular y la reducción del dolor. Andrews, Harrelson y Wilk (2000) sugieren que los ejercicios de remolinos de agua caliente como una excelente manera de aflojar las articulaciones rígidas, ya que la hinchazón no es un problema.
    Entonces, masaje del tejido blando, que, según Andrews, Harrelson y Wilk (2000) está en constante requerida para aflojar una articulación rígida. El estiramiento activo de flexores y extensores de la muñeca y los dedos se realizaron también, que se describen por Andrews, Harrelson y Wilk (2000) entre las técnicas de tratamiento. Otra técnica, la movilización conjunta, llamada Mulligan se utilizó para garantizar el reequilibrio articular el juego. Andrews, Harrelson y Wilk (2000) añadir también ejercer los tendones a deslizarse con el cierre de las etapas a mano, con cuidado para que no haya pérdida de la extensión de la flexión completa. No realice flexión si usted está comprometido a extender los dedos. Esta situación estaba presente durante las sesiones en las que se aplicó este ejercicio en conjunto con otras técnicas para aumentar la flexión de la IFP. Para la recuperación de la ampliación, los ejercicios extensores se centraron IFP.
    También se describen, utilizando numerosos dispositivos para aumentar la ADM, incluyendo: arcilla, bolas de espuma, paños húmedos e incluso dispositivos de agarre con la resistencia (Andrews, HARRELSON y Wilk, 2000). Schröder (2007) informa de que la arcilla se utiliza para mejorar la movilidad de los dedos. Ayuda goles en ejercicios diseñados para ampliar la movilidad y deja que tus dedos más ágiles; Schröder (2007) agrega también utilizan pelotas de espuma del tamaño de una pelota de tenis en un tramo de la cuidadosa primer pliegue entre los dedos. El uso de diferentes objetos como telas, arcilla y pelotas de espuma fueron adoptadas durante los ejercicios para aumentar ROM.
    Entre los ejercicios de fortalecimiento de los dedos, Andrews, Harrelson y Wilk (2000) afirman que todos los ejercicios de ADM puede ser utilizado como manual de ejercicios de fortalecimiento de la resistencia / bandas elásticas con una leve resistencia. Usamos bandas elásticas y Digiflex (4,2 kgf) para los ejercicios de fortalecimiento y resistencia.
    Andrews, Harrelson y Wilk (2000) reportó que durante el tratamiento, después de demostrar las técnicas correctas que deben adoptarse con los ejercicios, el atleta se le anima a asumir la responsabilidad de los ejercicios de auto-realización varias veces al día. En este aspecto, la paciente fue cooperativo e interesado en su recuperación, con la participación activa en el tratamiento y la inclusión de los ejercicios propuestos en sus rutinas. Esto contribuye decisivamente al éxito del tratamiento y el alta de la rehabilitación.
    Tratamiento de terapia física alcanzado sus objetivos al proporcionar: mayor rango de movimiento de la articulación PIP en ambos movimientos de flexión y extensión, aumento de la resistencia muscular mantiene en digital, y la disminución de la hinchazón residual y prevenir la contractura de flexión de la articulación foco de estudio . Por lo tanto, las actividades básicas funcionales relacionadas con los movimientos de las manos y los dedos durante las actividades de la vida diaria se conservaron, que también se mantiene la calidad de vida de este paciente.

Posted: 20 Nov 2012 08:52 AM PST
1.     Introdução
    A função manual humana é amplamente representada pela habilidade em utilizar os dedos em movimentos de apertar, levantar e manipular objetos entre a polpa do polegar e um dos quatro demais dedos (RANGANATHAN et al., 2001). A mão é, segundo Schröder (2007), a nossa melhor e insubstituível ferramenta de preensão e permite intervir no meio ambiente de acordo com determinado desejo.
    Boscheinen-Morrin et al. (2002) afirmam que as articulações do dedo consistem de duas extensões ósseas recobertas por cartilagens mantidas juntas por uma cápsula articular que é fortalecida em ambos os lados por ligamento colateral e superfície palmar pela placa palmar (aponeurose palmar). As articulações interfalangeanas, conforme Prentice e Voight (2003) são bicondilares de dobradiça, que permitem a flexão e extensão. Estes movimentos ocorrem ao redor de um eixo de movimentação rádio-ulnar (SCHRÖDER, 2007). Os ligamentos colateral e acessório estabilizam a articulação na região lateral. O primeiro é tenso na extensão e frouxo na flexão (PRENTICE e VOIGHT, 2003).
    A luxação aguda mais freqüentemente encontrada é a da interfalangeana proximal (IFP) (CAILLIET, 2004). As luxações dos dedos longos são classificadas de acordo com o sentido de luxação e podem ser: dorsal, palmar e lateral Schröder (2007). Dos três tipos de luxação, o mais comum é a luxação dorsal (ANDREWS, HARRELSON e WILK, 2000). Prentice e Voight (2003) afirmam que as luxações dorsais ocorrem com muito mais freqüência nos esportes (quando comparada com a volar). O tipo dorsal, segundo Andrews, Harrelson e Wilk (2000) e Schröder (2007), envolve luxação da falange média na direção dorsal, acarretando em laceração distal da lâmina palmar que acaba separando-se de sua inserção na falange média, de forma que o membro central luxa para o lado dorsal. O mecanismo de lesão por Schröder (2007) e Cailliet (2004), é devido à ação de uma força axial, ligada a uma hiperextensão.
    Os autores Prentice e Voight (2003) e Andrews, Harrelson e Wilk (2000) concordam que as luxações da IFPs são muito comuns, a ponto de serem negligenciadas com fratura e com recuperação e tratamento inadequado. O atleta pode nem chamar a atenção do treinador para a lesão, e, sim, apenas puxar o dedo de volta para o lugar, sozinho. Schröder (2007) afirma que eventualmente, os pacientes repõem a articulação espontaneamente no local do acidente, por meio de uma tração em sentido longitudinal. Caso a articulação da IFP do dedo esteja luxada no sentido dorsal, a redução imediata (geralmente feita pelo médico) é a preferida. As radiografias asseguram que não há fratura (PRENTICE e VOIGHT, 2003).
    Os sintomas descritos por Schröder (2007) são: típicas posições incorretas das articulações, edemas e dores. Boscheinen-Morrin et al. (2002) relatam que as possíveis complicações são dor, edema, rigidez, contratura em flexão e instabilidade. As articulações interfalangeanas prontamente apresentam uma rigidez em flexão em razão de fibrose da placa palmar. Cailliet (2004) afirma que edema residual, rigidez articular e aderência do mecanismo flexor devem ser evitados. O tratamento fisioterapêutico é, desta forma, essencial na fase de reabilitação e tem como objetivo, segundo Boscheinen-Morrin et al. (2002) reduzir dor e edema, recuperar a amplitude de movimento (ADM) e prevenir contraturas em flexão. Conforme Schröder (2007), pode iniciar depois de dois ou três dias com exercícios de movimentação. Considerando as informações expostas, o objetivo principal deste estudo foi descrever tratamento na reabilitação de luxação de interfalangeana proximal do dedo anular.
2.     Relato do caso
    Sujeito do sexo masculino, 32 anos, diagnóstico médico de luxação de interfalangeana proximal do dedo anular. A queixa principal do paciente consistiu em limitação do movimento e dor. Relata história de lesão durante jogo de futebol, na posição de goleiro. Foi levado à emergência, onde realizou exame radiográfico com definição do diagnóstico de luxação dorsal da IFP do 4o dedo do membro superior direito (MSD) e foi imobilizado com gesso, permanecendo com o mesmo durante três semanas. Em seguida, utilizou tala por dez dias, sendo então encaminhado para fisioterapia. No momento da avaliação, o paciente queixou-se de limitação do movimento, referindo melhora do quadro álgico, com ausência de dor. À inspeção e palpação inicial revelou presença de edema residual e flexão em repouso. As mobilidades passiva e ativa apresentaram-se alteradas quando comparada ao lado contralateral. Durante a goniometria da articulação IFP verificou-se uma flexão em repouso de 25o, os resultados da goniometria da flexão e extensão da articulação IFP do 4o dedo do MSD são apresentados na Tabela 1 e comparados com valores de referência apresentados por Marques (2003).
Tabela 1. Goniometria de flexão e de extensão da interfalangeana proximal do 4º. dedo do membro superior direito e valores de referência antes do tratamento fisioterapêutico.
Amplitude de movimento
Direito
Valores de referência
Flexão de IFP do 4o dedo do MSD
25o – 66o
0 – 110o
Extensão de IFP do 4o dedo do MSD
25o – 25o
0 – 10o
    Durante a avaliação foram testados diferentes movimentos de preensão: preensão com a ponta dos dedos, preensão com a polpa dos dedos, preensão lateral dos dedos, preensões pluridigitais, preensões da palma da mão e preensões dependentes da gravidade. O paciente foi capaz de realizar todos os movimentos, entretanto a manutenção das preensões dos dedos com resistência manual não foi possível. Adicionalmente, segundo relato do paciente sente dificuldade em segurar sabonete, abrir basculante do banheiro e segurar xícara.
    Os objetivos do tratamento fisioterapêutico foram: aumentar a amplitude de movimento de flexão e extensão da IFP do 4o dedo do MSD, diminuir o edema residual, evitar deformidades e melhorar funcionalidade de movimentos de atividades de vida diária relacionados à limitação. Para tanto, foi traçado o seguinte plano de tratamento: exercícios de mobilização ativa em turbilhão aquecido; terapia manual com massagem transversa, deslizamento superficial; alongamento ativo de flexores e extensores de punhos e dedos; mobilização ativo-assistida com a técnica de Mulligan; alongamento do tendão flexor; mobilização ativa da IFP com uso de bolas, toalha e massa de modelar pra aumento de flexão e extensão da IFP; fortalecimento de músculos flexores e extensores dos dedos com resistência de banda elástica e Digiflex 4,2 kgf.
    Como resultado, obteve-se os seguintes ganhos: redução do edema residual (à inspeção e palpação), aumento da ADM da IFP do 4o dedo tanto em movimentos de flexão, quanto de flexão. A goniometria da IFP do 4o dedo comparados com dados referentes à ADM dos ângulos articulares de flexão e extensão estão apresentados na Tabela 2. Durante os testes de preensão digital - preensão com a ponta dos dedos, preensão com a polpa dos dedos, preensão lateral dos dedos, preensões pluridigitais, com resistência manual - foi observado resultados compatíveis aos do membro contralateral. Na avaliação subjetiva do paciente relatou percepção de melhora dos movimentos durante as atividades de vida diária.
Tabela 2. Goniometria de flexão e de extensão da interfalangeana proximal do 4º. dedo do membro superior direito e valores de referência após tratamento fisioterapêutico.
Amplitude de movimento
Direito
Valores de referência
Flexão de IFP do 4o dedo do MSD
0o – 94o
0 – 110o
Extensão de IFP do 4o dedo do MSD
0o – 8o
0 – 10o
3.     Discussão
    Em se tratando de luxação da IFP, a preocupação inicial, segundo Prentice e Voight (2003), é a exclusão de fratura e reposicionar a articulação lesada. Andrews, Harrelson e Wilk (2000) descreve que muitas vezes as luxações são reduzidas no local do acidente pelo técnico, preparador físico, médico/atleta. Boscheinen-Morrin et al. (2002) relatam que o alinhamento articular deve ser conferido radiograficamente após a redução. No presente caso, a redução foi realizada em hospital principalmente já que o paciente não era atleta de alto nível. Desta forma, fratura e lesão dos tecidos moles foram excluídas por meio de exame radiográfico.
    O tratamento inicial, conforme Cailliet (2004), após a redução demanda atenção para remoção do edema e na imobilização da IFP em 25o a 45o de flexão. O grau exato depende da estabilidade articular. Andrews, Harrelson e Wilk (2000) descrevem imobilização em goteira dorsal para bloqueio em extensão, com articulação IFP em 25o a 30o de flexão por 2-3 semanas Para Boscheinen-Morrin et al. (2002), as razões da imobilização são: edema considerável que pode ser agravado pelo uso de splint no dedo e a extensão da IFP é bem mais controlada com as articulações metacarpofalangeanas mantidas em flexão. Prentice e Voight (2003) relatam aplicação de Coban a fim de reduzir o edema, e também aplicação de tala protetora ou bandagem.
    Após os períodos iniciais de imobilização, são iniciados exercícios ativos protegidos de ADM, para proteger a lâmina volar e a hiperextensão (ANDREWS, HARRELSON e WILK, 2000). Cailliet (2004) defende que, quando a dor e edema diminuem (entre 7 e 10 dias) a movimentação deve ser iniciada para evitar a aderência dos mecanismos flexores, especialmente da placa volar. Após a fase de proteção, o atleta é instruído para progredir aos exercícios plenos e ativos de ADM. Boscheinen-Morrin et al. (2002) afirmam que, a partir da quarta semana, a rigidez residual pode ser tratada através da mobilização articular passiva e os exercícios resistidos somente são iniciados na oitava e décima semanas após a lesão. Como o paciente teve início do tratamento 12 semanas após a lesão, encontrava-se apto para realização de exercícios compatíveis com o último estágio da reabilitação.
    A dor, que quando presente pode aumentar e promover contratura em flexão (CAILLIET, 2004) já havia sido superada em período anterior ao tratamento. Por isso, progrediu-se com: técnicas para diminuição do edema residual, aumento da ADM da IFP nos movimentos de flexão e extensão, e alongamento e fortalecimento. A seguir serão apresentados dados da literatura relacionados ao tratamento utilizado para luxação da IFP no presente estudo.
    A sessão iniciava-se com movimentos ativos do MSD imerso no turbilhão aquecido. Segundo Starkey (2001) este recurso promove aumento da circulação e efeito sedativo e analgésico sobre os nervos sensoriais pela turbulência de água na corrente. É indicado em casos de diminuição da ADM. O mesmo autor relata que a presença de água cria um bom meio de suporte para exercícios ativos de ADM. A temperatura utilizada no turbilhão é classificada conforme Schröder (2007) em calor neutro, promovendo relaxamento muscular e redução de dores. Andrews, Harrelson e Wilk (2000) sugerem a realização de exercícios em turbilhão com água quente como excelente maneira de soltar as articulações rígidas, desde que a tumefação não constitua um problema.
    Em seguida, massagem de tecidos moles, que, conforme Andrews, Harrelson e Wilk (2000) é prescrita constantemente para soltar uma articulação rígida. O alongamento ativo de flexores e extensores de punhos e dedos eram também realizados, sendo estas descritas por Andrews, Harrelson e Wilk (2000) dentre as técnicas de tratamento. Outra técnica, de mobilização articular, denominada Mulligan, foi utilizada para assegurar reequilíbrio do jogo articular. Andrews, Harrelson e Wilk (2000) acrescentam, ainda, exercício para deslizamento dos tendões com fechamento das mãos por etapas, com cuidado para que haja flexão plena sem perda de extensão. Não realizar flexão se estiver sendo comprometida a extensão dos dedos. Esta situação esteve presente durante sessões em que este exercício era aplicado em conjunto com outras técnicas para aumento da flexão da IFP. Para recuperação da extensão, foram focados exercícios extensores da IFP.
    São descritos também, uso de inúmeros dispositivos para aumento de ADM, entre eles: massa de modelar, bolas de espuma, panos úmidos e até dispositivos de preensão com resistência (ANDREWS, HARRELSON e WILK, 2000). Schröder (2007) relata que a massa de modelar é empregada para melhorar a mobilidade dos dedos. Ajuda em exercícios objetivos que visam ampliar a mobilidade e deixar os dedos mais ágeis; Schröder (2007) acrescenta, ainda, uso de bolas de espuma no tamanho de uma bola de tênis, para um alongamento cuidadoso da primeira dobra entre os dedos. A utilização de diferentes objetos como toalha, massa de modelar e bolas de espuma foram adotadas durante os exercícios para aumento de ADM.
    Entre os exercícios de fortalecimento dos dedos, Andrews, Harrelson e Wilk (2000) afirmam que todos os exercícios de ADM podem ser usados como exercícios de fortalecimento com a utilização de resistência manual/faixas elásticas com ligeira resistência. Foram utilizados faixas elásticas e Digiflex (4,2 kgf) para exercícios de fortalecimento e resistência muscular.
    Andrews, Harrelson e Wilk (2000) relatam que durante o tratamento, após demonstrar as técnicas corretas a serem adotadas com os exercícios, o atleta é estimulado a assumir a responsabilidade pela realização por conta própria dos exercícios várias vezes ao dia. Neste aspecto, o paciente mostrou-se colaborativo e interessado na sua recuperação, com participação ativa no tratamento e inclusão dos exercícios propostos nas suas rotinas. Isto contribui de maneira decisiva para o sucesso do tratamento e a alta da reabilitação.
    O tratamento fisioterapêutico atingiu suas metas proporcionando: aumento da amplitude de movimento da articulação IFP tanto em movimentos de flexão quanto extensão, aumento da resistência muscular nas preensões digitais, e diminuição do edema residual, além de prevenir a contratura em flexão da articulação foco do estudo. Desta forma, atividades funcionais básicas relacionadas aos movimentos das mãos e dedos durante as atividades de vida diária foram preservadas, o que representa, também, manutenção da qualidade de vida deste paciente.
Referências bibliográficas
  • ANDREWS, J. R.; HARRELSON, G. L.; WILK, K. E. Reabilitação física das lesões desportivas. 2. ed. Rio de Janeiro: Guanabara Koogan, 2000.
  • BOSCHEINEN-MORRIN, J.; DAVEY, V.; CONOLLY, W. B. A mão: bases da terapia. 2. ed. Barueri: Manole, 2002.
  • CAILLIET, R. Dor na mão. 4. ed. Porto Alegre: Artmed, 2004.
  • MARQUES, A. P. Manual de goniometria. 2. ed. Barueri: Manole, 2003.
  • PRENTICE, W. E.; VOIGHT, M. L. Técnicas em reabilitação musculoesquelética. Porto Alegre: Artmed, 2003.
  • RANGANATHAN, V. K.; SIEMIONOW, V.; SAHGAL, V.; LIU, J. Z.; YUE, G. H. Skilled Finger Movement Exercise Improves Hand Function. Journal of Gerontology. v. 56, p. M518-M522, 2001.
  • SCHRÖDER, B. Terapia para as mãos. São Paulo: Phorte, 2007.
  • STARKEY, C. Recursos terapêuticos em fisioterapia. Barueri: Manole, 2001.


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