Colegio Mexicano de Ortopedia y Traumatología

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sábado, 9 de marzo de 2013

La fractura del sonámbulo

http://www.smo.edu.mx/anuncio_residentes6.htm




http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/847127.la-fractura-del-sonambulo.html

La fractura del sonámbulo



LOS GOLPES EN EL DEDO “CHIQUITO” DEL PIE SON MUY DOLOROSOS, PERO TAMBIÉN SON PELIGROSOS YA QUE NOS PUEDEN OCASIONAR UNA FRACTURA
¿Quién no se ha pegado a mitad de la noche en el dedo “chiquito” del pie con la pata de la cama o de algún mueble?
Sin duda, este tipo de golpe es muy dolorosos, pero también es peligroso ya que nos puede ocasionar la 'fractura del sonámbulo' llamada así debido a que por lo general ocurre en pacientes descalzos y en condiciones de poca luz, según explica el médico traumatólogo, Alfonso Cambero Zamorano.
Esta fractura ocurre en el quinto dedo, que es el más pequeño del pie, como resultado de un golpe directo al tropezarse caminando descalzo con un objeto, generalmente las patas de la base de la cama, de las mesas de centro o incluso, con los bordes de las paredes o puertas. También utilizado sandalias suele suceder que al engancharse el quinto dedo con los bordes, ocasiona un mecanismo de giro del dedo que causa este tipo de fractura.
El doctor explica que la razón por la que se fracturan con frecuencia los dedos del pie de cualquiera de las formas antes mencionadas, está en razón de que las falanges que componen los dedos, son huesos delgados que al ser expuestos a la fuerza de proyección que se imprime al dar el paso y al toparse con un objeto sólido, condiciona la fractura al sobrepasar su resistencia.
¿Pero cómo sabemos si sólo se trató de un golpe fuerte o es algo más delicado?
El especialista señala que la sintomatología de la fractura es dolor inmediato con inflamación y en la mayoría de los casos con la presencia de equimosis, que es la coloración morada por infiltración de sangre a los tejidos circundantes a la lesión. Además, hay limitación dolorosa para la flexión y extensión del dedo lesionado.
“Aunque el paciente pueda apoyarse realizando una marcha protectora con el talón, hay ocasiones en que la sensibilidad dolorosa es mucha y no permite el apoyo con ese pie. En ocasiones menos frecuentes, hay una deformidad en el dedo que se visualiza por una alineación diferente de la uña”, señala.
Ante estos síntomas lo recomendable es acudir para su atención y valoración médica al especialista en traumatología, a fin de realizar un diagnóstico y tratamiento adecuado y oportuno.
El que los pacientes puedan apoyar el pie y caminar, a veces retrasa el diagnóstico, pues aunque les duela, les permite realizar sus actividades cotidianas. Sin embargo, al persistir el dolor cuando se colocan los calcetines y calzado, al apoyar el pie o con la presencia de equimosis, es cuando solicita la atención médica.
Con todos estos signos y síntomas, expone el especialista, se puede sospechar de fractura, sin embargo el diagnóstico definitivo se corrobora mediante radiografías.
El tratamiento inicial consiste en administrar analgésicos y antiinflamatorios, así como la inmovilización simple del dedo, que puede ser con cinta adhesiva junto con el dedo próximo o vecino, que es cuarto dedo. Esta sindactilia entre los dedos ayuda a inmovilizar en forma adecuada en caso que haya mucha movilidad entre los fragmentos de la fractura.
Este tipo de inmovilización se puede mantener por un período de dos semanas. La recomendación más frecuente es que puede comenzar el apoyo inmediato con un zapato de suela dura y punta ancha, para evitar que la suela flexible, al apoyar, haga que los huesos del pie se hundan al caminar y precipite más dolor e inflamación por la movilidad.
En ocasiones que el dolor es más intenso y limita la marcha, se indica la colocación de una inmovilización con yeso o fibra de vidrio desde la pierna hasta los dedos del pie por un período corto, posterior a lo cual se cambia en vendaje con cinta en los dedos y por el zapato indicado.
El doctor Cambero Zamorano menciona que el pronóstico en este tipo de lesiones es bueno y la recuperación, con atención oportuna, es rápida. La consolidación completa de la fractura es de entre cuatro y seis semanas, pero el paciente puede reincorporarse a sus actividades cotidianas desde el primer día, con los cuidados y calzado indicados, o cuando pase el período de mayor dolor, que es de siete hasta 14 días.
“Se considera como normal que pueda haber dolor residual temporal con la colocación del calzado o actividades deportivas, pero desaparecen en unos meses”, finaliza el especialista.



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