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Acta Ortopédica Mexicana 2011; 25(4): Jul.-Ago: 205-207
Editorial
Quo vadis
¿A dónde va la medicina?
Fuentes-Nucamendi MA*
Hospital General de México
Actualmente existen muchas clasificaciones de enfermedades,
para cada padecimiento existe una gradación
o clasificación, pero no existe ninguna clasificación de
salud. Ningún médico puede decirle a su paciente: felicidades
tiene usted un «x» porcentaje de salud o su salud
se encuentra en un grado 4-A o su salud es tipo C; y no
lo puede, porque eso no existe. No hay método actual que
considere a la salud en unidades medibles, ningún método
científico o tangible que pueda ayudarlos a decir tiene
usted una salud de tipo tal o en tal porcentaje. Paradójico,
pues supuestamente los médicos trabajamos con salud, es
nuestro deber devolver la salud a nuestros pacientes y a
la población.
En 1946 la OMS definió la salud como un estado de completo
bienestar físico, mental y social y no solamente en la
ausencia de enfermedad. Pero médicos y filósofos con suficiente
visión se dieron cuenta que la salud no es eso y en
1985 la OMS dio la siguiente definición: «Salud es la capacidad
de desarrollar el propio potencial personal y responder
de forma positiva a los retos del ambiente».
Si bien es cierto que el concepto de salud y enfermedad
no es posible de separar y mucho menos de definir de manera
correcta, exacta y adecuada, tenemos que aceptar que
este concepto de salud y enfermedad es una abstracción humana
que nace con la sociedad misma, con la aparición del
lenguaje hablado y se perpetua a través de la memoria del
lenguaje escrito, en ese momento nace la cultura.
Esta abstracción de salud-enfermedad es algo real y es la
expresión o interpretación mental de un fenómeno biológico,
lo estudiamos, lo clasificamos y le damos solución o lo
desahuciamos con base en experiencias anteriores y al conocimiento,
habilidades, recursos y tecnología disponibles.
al problema, digamos que es un asunto de biología, cultura,
sociedad y medicina.
Como ya se dijo antes, hay gradación y clasificación de
muchas enfermedades, pero no hay una sola clasificación
ni gradación de salud. La frontera funcional entre la enfermedad
o salud sólo es un equilibrio entre ambas, en la cual
una persona puede bastarse por sí misma y proporcionar a
su familia los satisfactores necesarios para sobrevivir en la
sociedad. Actualmente se acepta que nadie está completamente
sano o enfermo; es funcional en diversos grados y
este equilibrio funcional le permite trabajar, defenderse,
defender a los suyos, ser productivo para la sociedad y no
una carga. El equilibrio funcional es lo único que podemos
proporcionar los médicos, de tal forma que sólo ofrecemos
dar a los individuos medios para llevarlos a «un equilibrio
funcional pero jamás a la salud».
Nadie, ningún individuo en ninguna sociedad puede decir
que se encuentra perfectamente sano o sano en su totalidad,
todos tenemos adaptaciones que nos permiten seguir
funcionando y ser productivos en esta sociedad. Por lo tanto
nuestro «Sistema de Salud» está mal nombrado pues a pesar
de todo el presupuesto, tecnología, hospitales, personal
altamente capacitado, programas de salud, medicamentos y
toda la infraestructura que lo sostiene no brinda salud. Por
lo tanto debería llamarse «Sistema de Enfermedad», pues es
lo que hacemos. Se destina gran presupuesto a la medicina
correctiva que es donde tendrá menos efecto y menos presupuesto
a la medicina preventiva y educación que es más
barato y tiene más efecto sobre el proceso de salud en la
enfermedad de la población.
Articulo completo en : http://www.medigraphic.com/pdfs/ortope/or-2011/or114a.pdf
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