En niños las lesiones deben tratarse de forma precoz

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UNA TERAPIA TEMPRANA EVITARÁ DAÑOS FUTUROS

Las lesiones en niños deportistas deben tratarse precozmente para evitar su evolución, mientras que las discrepancias de miembros inferiores deben solucionarse para preservar el rendimiento, según se ha explicado en unas jornadas realizadas en el Hospital San Rafael de Madrid.

Isabel Gallardo Ponce   |  09/10/2012 00:00

Cada vez son más frecuentes las patologías de rodilla y columna en niños y adolescentes por el aumento de la práctica deportiva, según ha explicado a DM José Carlos Martí, del servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital San Rafael de Madrid, y organizador de las jornadas Patología deportiva de rodilla y columna en niños y adolescentes, celebradas con motivo del 120 aniversario del centro.

Las formulas de tratamiento han sido siempre un motivo de discusión, dado que los niños están en crecimiento y que las actuaciones que se realicen pueden influir en el desarrollo. Sin embargo, Martí ha afirmado que es necesario intervenir de forma precoz para evitar lesiones más graves en el futuro. Por ejemplo, las lesiones del ligamento cruzado anterior (LCA) "son más frecuentes en niñas que en niños, con una proporción de 75 a 20, quizá por las connotaciones de mayor elasticidad, los cambios hormonales, la situación de las piernas y la incordinación".

Así, aunque estas lesiones no se trataban hasta finalizar el desarrollo, ahora se establece que deben ser tratadas precozmente, no sólo para que los niños continúen haciendo deporte, sino para evitar lesiones de menisco y de cartílago.

• Aunque las lesiones en LCA en niños no se trataban, cuanto más precoz sea su abordaje, aunque transitorio en algunos casos, mejor será su evolución

Sin embargo, estas cirugías pueden ser transitorias y puede indicarse que se finalicen al terminar el crecimiento. "No hay una manera de prevenir una lesión del LCA, salvo un buen entrenamiento y una buena situación muscular".

También son frecuentes las osteocondritis disecantes, producidas por trastornos óseos y por traumatismos repetidos. "Lo más importante es el diagnóstico precoz porque no son sólo lesiones producidas por el ejercicio, sino porque pueden influir en el desarrollo deportivo". Según Martí, es necesario realizar igualmente un diagnóstico y tratamiento temprano de las luxaciones de rótula y de las tendinopatías, así como evitar el sobreentrenamiento.

"La colaboración entre el médico y el entrenador es muy importante para establecer el límite del entrenamiento que se les pide. En niños y adolescentes lo que importa es que sigan jugando en su vida adulta, no que se lesionen".

Miembros inferiores
Respecto a las discrepancias de miembros inferiores en el desarrollo de la columna del deportista, Rosendo Ullot, coordinador clínico del Servicio de Traumatología y Ortopedia Infantil del Hospital San Juan de Dios de Barcelona, ha explicado que estas diferencias dependen de qué las originen."Un traumatismo, una infección, una tumoración o una malformación, pueden provocar una lesión del cartílago de crecimiento. Éste puede anularse si sólo queda una parte afectada, o dejar de crecer, lo que produciría la diferencia de longitud".

No se trata sólo de que una de las extremidades no crezca, sino de que una puede crecer más de la cuenta.

"Las diferencias entre 0 y 1 centímetros las damos como variantes de la normalidad, pero en los atletas, si no se compensa la diferencia la pelvis se oblicua, el gasto energético aumenta y las marcas empeoran", ha dicho Ullot. El objetivo del tratamiento es nivelar la pelvis y, en algunos casos, puede solucionarse colocando una pequeña alza en los zapatos del atleta. En los deportistas no conviene realizar intervenciones óseas, ni alargamientos. "De la misma forma que en un atleta se ponen plantillas para cambiar el apoyo del pie y mejorar su rendimiento o para compensar una lesión, en diferencias de longitud también se hace", ha explicado Ullot.

José Certucha, del Servicio de Traumatología y Unidad de Raquís del Hospital Niño Jesús de Madrid, ha explicado que ningún deporte somete a riesgo escoliótico al paciente ni favorece que no se desarrolle. Hay que desmitificar que la natación es magnífica y que los deportes unilaterales son malos para las desviaciones de la columna".