Excelente comentario de:
Dr. Luis Oscar González-González
Médico Audiólogo y Otoneurólogo. Adscrito al Servicio
de Otorrinolaringología
Encargado de la Clínica de Tamiz Auditivo (CLITA)
Instituto Nacional de Pediatría
Tomado del muro de: Marco Antonio Nájera
El Medico y su bata; vector de enfermedades
Es peculiar querer demostrar a todo mundo que se estudia medicina o que se es médico. El uso de la bata no sólo se circunscribe a un uniforme o un signo distintivo; le confiere poder; le ubica en un grupo muy especial. Con este atuendo el individuo es capaz de ingresar a la
intimidad de un hogar; de conocer los
sentimientos y los secretos del ser humano. Sin embargo,
con el tiempo el médico ha degradado y devaluado el significado
de la bata blanca, usándola fuera del hospital o del consultorio, tal vez por ignorancia del significado y valor de la bata blanca que le dan las nuevas generaciones de médicos; quizá simplemente por hábito de llevarla puesta.
En teoría, militar en el campo de la medicina significa actuar para mejorar la salud del individuo. Lo primero que se enseña es a no causar daños al paciente, que pueden ser iatrogenias de tres tipos: Predecibles (o calculadas), aleatorias (o accidentales) y por negligencia (o ineptitud).
Esto se relaciona perfectamente al uso de la bata fuera del hospital o del consultorio, en cualquiera de sus tres variedades de iatrogenia, con la bata, muchos médicos y estudiantes las cometen en menor o mayor medida como portadores y diseminadores de infecciones.
La bata blanca, no sólo es un signo distintivo de la comunidad médica universal, cuenta con más significados: ideológicos, culturales y práctico-sanitarios. La bata de médico se utiliza desde hace más de 100 años, desde principios del siglo XIX. Ha sufrido cambios de diseño y de color; modificaciones hasta ser como la conocemos actualmente.
Desde el punto de vista antropológico, la bata blanca representa dos elementos básicos en su simbología, uno es el color: El blanco es el color universal que representa pureza, también representa paz. Un médico a quien se le confía la vida propia o la de un familiar, debe representar precisamente eso, pureza, bondad, paz, cualidades que transmiten confianza.
El otro punto antropológico simbólico de la bata es la actitud que el paciente tiene ante ella. La bata infunde respeto. Quien viste una bata blanca ha estudiado, ha ejercido su profesión de médico y tiene conocimientos sobre el ser humano. Portar una bata blanca es la representación objetiva de que se poseen los conocimientos y la capacidad de curar enfermedades o de salvar la vida.
La bata infunde respeto y por lo tanto permite confiar en quien la lleva puesta. Por estas razones, un individuo sea rey o presidente, escucha, obedece y se somete a las indicaciones de un médico; permite que decida qué hay y qué no hay que hacer; confía plenamente en él, a pesar que tenga más poder que todo el personal médico de un hospital.
La bata del médico desde el punto de vista práctico, es una barrera mecánica entre él y su paciente; está destinada a evitar la contaminación con microorganismos, de la ropa del médico a fin de no convertirlo en un fómite (FOMITE: fōmit(es) lat. ´astilla ´ o ‘astillas’, objeto que contiene elementos infectantes y pasivamente puede ser vehículo mecánico en su transmisión indirecta).
Existen estudios que demuestran la transmisión de microorganismos a la comunidad, fuera de un hospital causada por los médicos y por estudiantes de medicina, que NO se despojan de la bata en el hospital o que la usan todo el día, lo que propicia que las bacterias de la comunidad se lleven al hospital, poniendo en riesgo a los pacientes hospitalizados. Las bacterias resistentes al tratamiento o realmente peligrosas, son llevadas a un restaurante, a un transporte público, a los hogares, etc. por los médicos y
por estudiantes de medicina, quienes no se dan cuenta por
ignorancia o por omisión del uso de la bata como fómite.
Uno de los estudios más representativos de este fenómeno
se elaboró en Inglaterra: En 2007 se demostró que: “las
altas tasas de infecciones que se registran en los hospitales
británicos por microbios mortales que pueden esconderse
en los puños de las batas y acceder desde ellos a los pacientes.
La bacteria Clostridium difficile, por ejemplo, provoca más de 3,800 muertes anuales, y el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina provoca la muerte de 1,650 enfermos. Según el informe, que es el que ha movido al gobierno a emprender esta cruzada contra las batas fuera del hospital, la situación de las infecciones en el Reino Unido está peor que en Polonia, Eslovaquia y Hungría.”
Si esta evidencia y la lógica más elemental de la portación de microorganismos no es suficiente para evitar el uso de la bata fuera del hospital o del consultorio, el médico está realizando una iatrogenia. Por tal razón es responsabilidad y obligación del médico no atentar contra la sociedad, su familia y los pacientes hospitalizados haciendo mal uso de la bata.
Es triste ver a los estudiantes de medicina y algunos
médicos con batas entre blanca-grisácea (sucias) por una
semana o durante varias semanas que usan en cualquier
lado, hecho lamentable que demerita el significado simbólico
y valioso de la bata. Nos hace cómplices de la propagación de los microorganismos a la comunidad y a nuestros hogares; o del empeoramiento de la salud de los pacientes hospitalizados.
Dr. Luis Oscar González-González
Médico Audiólogo y Otoneurólogo. Adscrito al Servicio
de Otorrinolaringología
Encargado de la Clínica de Tamiz Auditivo (CLITA)
Instituto Nacional de Pediatría
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